Vuelvo caminando tranquilo, sin apuro, al dar varios pasos me doy cuenta que tengo menos peso. Y tengo mi mochila, el peso que dejé no es físico. Es algo que me estaba pesando mucho más y que no es tan fácil de descartar como un bulto. Darme cuenta de que en este presente existen miles de cosas pequeñitas, cotidianas, que me dan felicidad. Poder saber que no me tiene que importar nada, nada que no debería importarme. Que si sé como quiero las cosas, no insisto en lo que no va por mi carretera Que soy un ciudadano del presente, y el presente es cada día diferente. Que pude liberarme de preocupaciones que no eran mías, sino impuestas por la cultura.
Tener la certeza que lo mejor que me puede pasar lo decido yo, que una hermosa canción puede darme calma. Que se dibuja en mi cara una sonrisa cada vez más constante.
Así sigo caminando y las estrellas siguen ahí, acompañando mi paso. Entonces no estoy solo, tengo este momento único y maravilloso junto a ellas. Eso hace que el dolor no me pueda alcanzar, esta serenidad que da el saber que el peso que llevo es el que puedo cargar, sin que me moleste. Esto si que da calma.
Y que ayer pude imaginar el sol de tu sonrisa y no preciso más.
Feliz caminante de senderos iluminados, las estrellas estaran siempre para acompañarte, al igual que tus afectos mas cercanos... la paz, la armonia, la serenidad que buscabas, estan dejando que al fin sonrias con la cotidianeidad...ahora el sustento solo esta en vos...sabes como alimentarlo... dejalo fluir... Vi
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