REFLEXIONANDO

Dicen que la vida es un gran aprendizaje, y que en el camino, el guerrero se enfrenta a sus cuatro enemigos naturales: primero el miedo, luego la lucidez, después el poder y por ultimo la muerte inevitable vencedora.

Yo en esta experiencia andina, he aprendido mucho sobre mi mismo y sobre varias cosas. Me hubiera gustado aprender mucho más. Pero por ceguera o por ocultamiento no me fue revelada.

De todas formas no soy el mismo… todo me va modificando y cambiando. Por suerte.

Siento que me sacaron todas las energías. Es verdad que me descuide y me arrebataron, no desligo mi responsabilidad. Pero eso también lo aprendí. Puedo relajarme pero no descuidarme olvidarme de mí. Después de reflexionar mucho, entendí muchas cosas. Perdí el miedo a cosas que me frenaban, por ejemplo el miedo a vivir. A romper con mandatos que me aplastaban. No tengo que conformar a nadie más que a mí. Las seguridades son efímeras. La vida es un momento y no quiero pasar ese momento mirando TV o encerrado sin ver el sol. Como tampoco puedo vivir sin la mística de un asado, sin fumar sin tiempo. Sin charlar con mis amiguetes, sin sentir el sol, sin ver correr un río, sin escuchar el oleaje del mar, sin escuchar Dancing Mood, Sin reír a carcajadas. Sin tomar un rico vino de buen cuerpo, sin saborear el exquisito placer de un whisky. Sin un abrazo, uno lindo y sincero, sin miradas cómplices.

Así que voy por todo ello y descarto lo anterior. Sin decir nunca y sin decir para siempre.

Y esperando en cada paso lo inesperado, eso que le da sabor a todo esto.

Se que mi deseo me esta esperando y creo que lo tengo visto. Así que me reencontrare con él, para volver a caminar sin tiempo….