lunes, 10 de agosto de 2009

ESTAR BIEN ES TU DESICIÓN

La construcción de la felicidad, de ese estado tan lindo de bienestar; se basa en la posibilidad de creer en nuestros sueños, en nuestro deseo. En perder el miedo, en entendernos y aceptarnos. En ser fieles a nosotros, en nunca claudicar. Debemos ser capaces de entender que el único camino es el que se recorre con todo el corazón, con pasión. Revisar nuestras prioridades, siempre es un buen ejercicio.
Cada cual tiene sus goces en diferentes actividades y situaciones. Pero cada cual sabe cuáles son, por ende no puede traicionarse; y si lo hace, pobre de él, que estará condenado a ser infeliz.
Vivir se hace más fácil, teniendo conciencia de uno mismo. Hoy día se sabe, que la cosa viene masticadas y el ejercicio de pensar o de hacerlo con espíritu crítico, no es la norma. Mejor prender la tele o leer el diario y que me digan cómo son las cosas.
Si podemos salirnos de eso, si podemos aislarnos un instante y pensar por nosotros mismos, de interpelarnos y ver qué es lo que nos da alegría, que nos hace revivir, que nos apasiona.
Si entendemos nuestra historia, personal y como humanidad, si conocemos el ciclo de la vida y sus relaciones. Seguro tendremos mayor claridad.
Y ya solo dependerá de uno, si se hace cargo y trata de vivir en armonía consigo y con el cosmos. O lo ignora, se entrega a la pereza mental y de espíritu, y deja que su vida transite sin más.
Lo que nunca uno podrá, es delegar responsabilidad por lo que ocurre en su vida y en su entorno. Lo que te pasa y pasa a tu alrededor depende en una grandísima parte de vos.
Sabiendo esto, que vas a hacer?...........................

2 comentarios:

  1. Nunca dejar de creer en uno mismo y en sus sueños... yo sigo el mio...

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  2. me gusta lo que decís!
    pero(siempre hay un pero...), no estoy de acuerdo con eso de que se hace más fácil vivir teniendo conciencia de uno mismo.
    es más, así se complica! pero es más divertido al fin, más interesante.
    los caminos cortos son los más aburridos, los largos, cuesten lo que cuesten, valen la pena caminarlos.

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